De Desarrollo Sostenible
El contrato fue firmado entre el gobierno y la empresa Fomento Agro-Industrial Forestal.
También se dejaba en claro que la mayor cantidad de la producción sería comercializada en el país y que una mínima parte sería exportada a los Estados Unidos. La superficie a ser cubierta por el lodo cloacal era de más de medio millón de tareas (528,511 tareas) y que por el hecho de usar esa superficie, las empresas que iban a importar el lodo cloacal le iban a donar al gobierno dominicano un bono de un dólar por cada tarea (más de medio millón de dólares) y que por cada año a partir del inicio del depósito, también se iba a entregar otro dólar por tarea. Paradójicamente Estados Unidos no tendría ningún beneficio por esa evidente labor humanitaria para con nosotros.
Como es lógico,ese anuncio abrió las esperanzas de una mejor vida en los hombres y mujeres de esta parte de la geografía nacional. Se comenzaron los aprestos en el gobierno para apartar las tierras a ser “beneficiadas” con el lodo cloacal y en la comunidad reinaba un gran entusiasmo con ese “tremendo proyecto”.
Yo para esa época impartía clases en el Centro UASD-Barahona y dos de mis materias eran la Ecología y la Conservación de los Recursos Naturales; por tal razón me involucré con investigadores nacionales en esas mismas áreas del saber y hurgamos el proyecto.
Y poco a poco se fue desvelando el misterio. Se conoció que en la década de los 80, en Estados Unidos, el principal problema ambiental era la producción de sustancias químicas industriales con metales pesados y la imposibilidad de depositarlas dentro del territorio norteamericano, acción que de producirse traería como consecuencia cierre de empresas, multas cuantiosas y cárceles para los empresarios violadores.
De ahí le salió a los gringos, la ingeniosa idea de buscar “lugares” que fueran factibles para ese depósito de muerte y es aquí donde aparece ese “proyecto” para nuestro país. Conseguimos datos y reportes de periódicos, de revistas y agencias norteamericanas denunciando el crimen que se pretendía hacer con países pobres, incluidos el nuestro El material a depositar o el llamado “lodo cloacal” contenía arsénico, mercurio, cadmio, plomo y otros químicos letalmente tóxicos y dañinos.
De inmediato todos los grupos conservacionistas dominicanos dieron la voz de alerta y se opusieron públicamente a ese proyecto de muerte. Nosotros aquí en Barahona hicimos lo mismo, despertamos la conciencia sobre el crimen ecológico y humano que posaba sobre nosotros como una espada de Damocles. Logramos poner en alerta a la universidad toda, al pueblo y fuimos a la comunidad de Oviedo y explicamos el problema.
Como siempre, en Barahona no faltaron los defensores del “desarrollo” economicista a ultranza y nos acusaron de ser enemigos del desarrollo que según ellos traería el lodo cloacal. ¡Oh dignidad y conciencia por que no se posan en personas sin valores!
Luego conocimos que se había elegido a Oviedo para el depósito del material de muerte porque la zona es la menos poblada del país, todo queda lejos, no tenía mecanismos de información, no hay agua y cuando se iniciaran los efectos de los metales y químicos en la gente se podía achacar a otras causas, porque habrían pasado varios años para eso y además se suponía que lo que íbamos a tener en la zona era un compost, es decir suelos buenos para producir y eso no causa cáncer ni enfermedades ni muertes. ¡Vaya!.
La presión social nacional y local llevó a que el gobierno rescindiera el contrato y se exculpó diciendo que “no tenían conocimiento de la grave situación”. ¿Ustedes han visto al diablo?
Estimados amigos, siempre ha sido una línea constante de aquellos que se la andan buscando con cualquier “quítame esta paja”, acusar a otros de los que ellos hacen o acostumbran hacer. Como dice el refrán “el que es delincuente, cree que todos los demás los son”.
Fueron todos estos acontecimientos los que posteriormente permitieron la formación de la Sociedad Ecológica de Barahona (SOEBA).
No hay comentarios:
Publicar un comentario